EL USO DE LA PEGA
Quizás se pregunten por qué los jugadores toquetean el balón cuando saltan a la pista o por qué se echan mano a las zapatillas regularmente. No se trata de una más de las manías habituales en el balonmano. La culpa es de la resina o lijepilo (en croata), harpix (danés), klister (sueco), goma (en Latinoamérica) o resine (francés). Aquí se conoce normalmente como pega. ¿Qué es?, ¿por qué se usa? Se trata de un producto que favorece la adhesión de la mano al balón y no hay equipo de elite del mundo que no lo use.
Los introductores de la pega fueron los jugadores nórdicos, especialmente daneses y suecos. De ahí proviene una de las marcas más conocidas de este producto: Select. Una empresa danesa, pionera en este sector, que lleva décadas fabricando “harpix”. Ahora hay muchas más, entre ellas Trinoma, marca que junto a Select usa el Balonmano Ciudad Real. Las pegas nórdicas, más tipo miel, son más adhesivas y son las preferidas de los jugadores de Eslovenia, Croacia y los nórdicos.
Sin embargo, no siempre se ha usado esta sustancia adhesiva en España. Hace sólo unos treinta años que el uso de la pega se ha extendido, no sólo entre los jugadores de elite si no en todos los equipos que practican este deporte. Todo empezó cuando en los años 80, los equipos españoles que participaban en competiciones europeas comenzaron a viajar al extranjero y por lo tanto, a conocer este producto que los nórdicos utilizaban de manera obsesiva, explica Juan de Dios Román, director de la Fundación Balonmano Ciudad Real. En esos años, los clubes españoles comienzan a interesarse por esta sustancia y a adquirirla en las farmacias, establecimientos donde se podía comprar. “Eran unos tubos como los de pasta de dientes, y cada vez que se viajaba fuera, se compraba ya que no existía en España y así, poco a poco, los jugadores se fueron acostumbrando a utilizar la pega”, agrega Juan de Dios.
Al principio su uso creó debate en España sobre si se debería prohibir o al menos reglamentar su uso. Fueron unos años de discusión que no llevaron a nada concreto. Actualmente, el reglamento oficial de la Federación Española de Balonmano no hace referencia en ningún caso al uso de sustancias que faciliten el agarre del balón a la mano. Sólo dice que el balón“ no debe ser resbaladizo”. Por lo tanto, no existió margen para quejarse, por lo que llegó un momento que se dejó hacer a nivel oficial, explica el ex entrenador de la selección española.
Todos los equipos de élite la usan
Ahora, todos los equipos de élite la utilizan e incluso se pone publicidad en los contenedores donde se coloca la pega durante los partidos. Una vez más, el marketing y la publicidad han se han hecho un hueco.
La Federación Española de Balonmano, en los años 86-87, se planteó el interrogante de si el uso de la pega en edades inferiores era perjudicial para los jugadores, es decir, si iba en contra de las habilidades de juego en cuanto al manejo del balón. Por este motivo, todas las categorías inferiores hasta los cadetes, incluidos, tienen prohibido el uso de la pega, aunque no se cumple a rajatabla. Juan de Dios comenta que no hay sanciones reglamentarias en estos casos, lo único que puede hacer el árbitro es prohibir su utilización si se está usando durante un partido. Además, las dudas sobre el freno de la habilidad en los más pequeños han quedado soterradas, no se ha demostrado la incidencia negativa en los estudios realizados sobre este asunto.
El uso de la pega se ha transformado en algo necesario para los jugadores, pero para muchos expertos y profesionales de este deporte su uso abusivo es negativo. Algunas de estas desventajas son: la resina hace que se tenga que detener el juego y si es necesario cambiar de balón porque se quedan pegados papelillos; el balón se oscurece enseguida; en contacto con el suelo, deja de votar y hace que en muchas ocasiones haya pérdidas de balón; en determinados pabellones se ha dejado de jugar balonmano porque mancha suelo; y “si los jugadores tienen alguna herida puede infectarla”, como aporta Román.
La utilización de la pega en las pistas de balonmano, propició la introducción de otros productos para poder quitarla. Esto es lo que se conoce como “quitapega”. Quitar la pega del suelo no es fácil, se utiliza un producto especial para ello, pero en muchas ocasiones no es suficiente y se debe recurrir a una espátula, ya que la máquina que se utiliza para estos casos no consigue arrancar la pega.
http://algeciras2.mforos.com/visit/?http://www.balonmanociudadreal.net/reportaje.php?id=1226
Quizás se pregunten por qué los jugadores toquetean el balón cuando saltan a la pista o por qué se echan mano a las zapatillas regularmente. No se trata de una más de las manías habituales en el balonmano. La culpa es de la resina o lijepilo (en croata), harpix (danés), klister (sueco), goma (en Latinoamérica) o resine (francés). Aquí se conoce normalmente como pega. ¿Qué es?, ¿por qué se usa? Se trata de un producto que favorece la adhesión de la mano al balón y no hay equipo de elite del mundo que no lo use.
Los introductores de la pega fueron los jugadores nórdicos, especialmente daneses y suecos. De ahí proviene una de las marcas más conocidas de este producto: Select. Una empresa danesa, pionera en este sector, que lleva décadas fabricando “harpix”. Ahora hay muchas más, entre ellas Trinoma, marca que junto a Select usa el Balonmano Ciudad Real. Las pegas nórdicas, más tipo miel, son más adhesivas y son las preferidas de los jugadores de Eslovenia, Croacia y los nórdicos.
Sin embargo, no siempre se ha usado esta sustancia adhesiva en España. Hace sólo unos treinta años que el uso de la pega se ha extendido, no sólo entre los jugadores de elite si no en todos los equipos que practican este deporte. Todo empezó cuando en los años 80, los equipos españoles que participaban en competiciones europeas comenzaron a viajar al extranjero y por lo tanto, a conocer este producto que los nórdicos utilizaban de manera obsesiva, explica Juan de Dios Román, director de la Fundación Balonmano Ciudad Real. En esos años, los clubes españoles comienzan a interesarse por esta sustancia y a adquirirla en las farmacias, establecimientos donde se podía comprar. “Eran unos tubos como los de pasta de dientes, y cada vez que se viajaba fuera, se compraba ya que no existía en España y así, poco a poco, los jugadores se fueron acostumbrando a utilizar la pega”, agrega Juan de Dios.
Al principio su uso creó debate en España sobre si se debería prohibir o al menos reglamentar su uso. Fueron unos años de discusión que no llevaron a nada concreto. Actualmente, el reglamento oficial de la Federación Española de Balonmano no hace referencia en ningún caso al uso de sustancias que faciliten el agarre del balón a la mano. Sólo dice que el balón“ no debe ser resbaladizo”. Por lo tanto, no existió margen para quejarse, por lo que llegó un momento que se dejó hacer a nivel oficial, explica el ex entrenador de la selección española.
Todos los equipos de élite la usan
Ahora, todos los equipos de élite la utilizan e incluso se pone publicidad en los contenedores donde se coloca la pega durante los partidos. Una vez más, el marketing y la publicidad han se han hecho un hueco.
La Federación Española de Balonmano, en los años 86-87, se planteó el interrogante de si el uso de la pega en edades inferiores era perjudicial para los jugadores, es decir, si iba en contra de las habilidades de juego en cuanto al manejo del balón. Por este motivo, todas las categorías inferiores hasta los cadetes, incluidos, tienen prohibido el uso de la pega, aunque no se cumple a rajatabla. Juan de Dios comenta que no hay sanciones reglamentarias en estos casos, lo único que puede hacer el árbitro es prohibir su utilización si se está usando durante un partido. Además, las dudas sobre el freno de la habilidad en los más pequeños han quedado soterradas, no se ha demostrado la incidencia negativa en los estudios realizados sobre este asunto.
El uso de la pega se ha transformado en algo necesario para los jugadores, pero para muchos expertos y profesionales de este deporte su uso abusivo es negativo. Algunas de estas desventajas son: la resina hace que se tenga que detener el juego y si es necesario cambiar de balón porque se quedan pegados papelillos; el balón se oscurece enseguida; en contacto con el suelo, deja de votar y hace que en muchas ocasiones haya pérdidas de balón; en determinados pabellones se ha dejado de jugar balonmano porque mancha suelo; y “si los jugadores tienen alguna herida puede infectarla”, como aporta Román.
La utilización de la pega en las pistas de balonmano, propició la introducción de otros productos para poder quitarla. Esto es lo que se conoce como “quitapega”. Quitar la pega del suelo no es fácil, se utiliza un producto especial para ello, pero en muchas ocasiones no es suficiente y se debe recurrir a una espátula, ya que la máquina que se utiliza para estos casos no consigue arrancar la pega.
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Colaboracion:Delfín
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